Este post es una reflexión sobre urbanismo, aunque parezca sobre política.
Implica uso del suelo, usos de los edificios, planificación económica y social, inversiones públicas, reciclaje urbano, resiliencia.
Implica uso del suelo, usos de los edificios, planificación económica y social, inversiones públicas, reciclaje urbano, resiliencia.
Tras leer este fin de semana el estupendo artículo de Antonio Muñoz Molina en el periódico El país sobre ciudades perdiendo su sentido, en el que
revindica “la civilización de las calles con aceras anchas por las que camina
mucha gente y los escaparates que miran los que pasan, la del transporte
público, la de la vida mezclada y compacta, en la que se cruzan los placeres y
las obligaciones, y en la que nadie puede ignorar la existencia de los otros ni
dejar de confrontarse con el hecho asombroso y aleccionador de la variedad de
los caracteres y las inclinaciones humanas.”
Vamos, la ciudad sostenible social, económica e incluso ecológicamente…
Y tras conocer de sobra lo que está sucediendo con Detroit, magníficamente
explicado en otro artículo del periódico El país (lo siento pero no he encontrado
un artículo tan explicativo sobre Detroit en ningún otro periódico español)
Que se ve claramente en las descorazonadoras imágenes Kevin Bauman, tan
explícitas.
Y reflexionando sobre la forma en que se ha planificado la política y el
crecimiento en las ciudades y pueblos de España, que nos daría para aprender
tanto…
He encontrado esta inspiradora página web que aboga por replantearse la política y la economía local con otra filosofía, el proyecto Strong Towns o Ciudades (pueblos) Fuertes.
Al final todo es muy básico, sentido común, pero no es así como se
planifica la política local.
Os traduzco la parte de los objetivos del proyecto o su misión:
La misión de Ciudades Fuertes es apoyar un modelo de crecimiento que
permita a las ciudades estadounidenses hacerse fuertes financieramente y
resilientes.
La estrategia estadounidense de crecimiento, combinada con las prácticas de
uso del territorio que fuerzan una gran dependencia de los subsidios públicos, están
causando estancamiento económico y decrecimiento.
La ineficiencia de esta estrategia ha dejado a las ciudades estadounidenses
insolventes financieramente, incapaces de pagar incluso los costes de
mantenimiento de la infraestructura básica.
Se necesita un nuevo concepto que tenga en cuenta el coste total del
desarrollo para volver a hacer fuertes a las ciudades.
La estrategia de la Ciudad Fuerte.
Esta estrategia requiere una reorientación del énfasis y un nuevo
entendimiento de lo que es necesario para construir una ciudad o un barrio.
La estrategia existente de crecimiento enfatiza las inversiones en nueva infraestructura
que induzcan al desarrollo o que lo apoyen. Esta estrategia se basa en dinero
público ineficientemente, y subsidia destructivamente un tipo de desarrollo
sobre otros, dejando enormes cargas de mantenimiento de las infraestructuras para
las generaciones futuras
Una Ciudad Fuerte enfatiza la obtención de un retorno mayor de las inversiones
en infraestructuras existentes. No podemos simplemente ignorar las antiguas
inversiones a favor de unas nuevas, en su lugar, debemos centrarnos en un uso mejor
de aquello que ya nos hemos comprometido a mantener públicamente.
Construir una ciudad fuerte es un esfuerzo complejo y a largo plazo.
Al igual que la economía doméstica de una familia debe equilibrar las
necesidades de gasto a corto plazo con
los ahorros a largo plazo y los compromisos financieros, así debe una Ciudad
Fuerte trabajar hacia objetivos equilibrados a largo plazo.
Una ciudad fuerte…
1.
Debe ser solvente financieramente a medio
plazo.
2.
Debe tener una base impositiva y recursos
para cubrir los compromisos financieros a largo plazo.
3.
Debe
tener habitantes con diversidad de edades de tal modo que la población se
incremente en una cantidad mayor de la que disminuye por decesos.
4.
Debe tener suficiente diversidad económica y
vitalidad para que los negocios se incrementen en una tasa mayor o igual a la tasa
de desaparición.
5.
Debe tener la valentía y el liderazgo de
planificar con una viabilidad a largo plazo.