El más famoso loft neoyorquino fue The Factory de Andy Warhol, 231 East 47th Street, alcanzando su máximo esplendor en los 70. Hoy hay un aparcamiento, donde la Silver Factory, cubierta de papel de plata, ejemplificaba el espíritu loft cutre, divertido y creativo...
Otro loft que fue un núcleo de actividad artística en Nueva York fue el de Yoko Ono en el 112 de Chambers Street. En el verano de 1960, Yoko se decidió a alquilar este loft barato que usó como estudio y residencia. Yoko era discípula de JohnCage, pionero de la música experimental,y junto con el compositor La Monte Young yRichard Maxfieldorganizaron en el loft conciertos, y realizaron una serie de eventos denominados The Chambers Street series. A partir de ahí surgió Downtown Music. Hasta entonces la mayor parte de las actuaciones musicales de Nueva York se convocaban al norte (Uptown). El gesto de Ono y sus socios lideró un nuevo modelo de performances informales en espacios no convencionales como lofts o lugares industriales del sur de Manhattan (Downtown) con música mucho más experimental. Los espacios que albergaron esta Música Downtown desde 1960 incluyen Judson Memorial Church, The Kitchen, Experimental Intermedia, Roulette, the Knitting Factory, Dance Theater Workshop, Tonic, the Paula CooperGallery y otros como la Academia de Música de Brooklyn. Alguna de esta Downtown Music, particularmente la de Philip Glass, Steve Reich, John Zorn, y Morton Feldman, ha entrado posteriormente en los cánones de la música contemporánea más reconocida.
Judd compró todo el edificio de 1870 por 70.000$, y se mudó con su familia en 1968, creando su propio espacio, que él denominaba “una instalación permanente”, mostrando su interés por los materiales industriales y los métodos ingenieriles y sin ninguna pretensión de domesticar el espacio, completado con un austero mobiliario hecho a medida.
Judd fue un gran activista en la batalla de la propiedad de los loft contra el Ayuntamiento de Nueva York,fue uno de los fundadores de la asociación Artists Against the Expressway contra el proyecto de la Broome Street Expressway, también contribuyó al cambio de legislación que permitiría pedir licencia de estudios de trabajo y residencia a los artistas en los espacios industriales, bajo la designación A.I.R.
Convocaba cenas y fiestas y sentía una gran curiosidad por las nuevas ideas y el debate sobre la intersección entre arte, cultura, historia y política, la planta baja del 101 de Spring Street se utilizaba habitualmente para albergar exposiciones, reuniones vecinales y de activistas y performances.
Se originan en los años 40 en Nueva York, EEUU, principalmente en tres de sus barrios: Tribeca (Triángulo abajo de Canal Street), Soho (sur de Houston Street) y Noho (norte de Houston Street) y el barrio oeste de Chelsea, zonas con una industria floreciente en el siglo XIX y principios del XX, dada su proximidad a los muelles del río Hudson, que posteriormente cae en desuso. Era una industria ligera, manufacturera, fábricas de tejidos, imprentas, almacenes, tapicerías, lavanderías, fábricas de barnices.
El Soho destaca por los edificios de acero de estilo neogótico del siglo XIX, de arquitectura peculiar. Los podeis ver en este video hasta el minuto 1.20.
Chelsea, al sur del distrito textil de Manhattan es de desarrollo más reciente, el trabajo en el ferrocarril y los muelles a lo largo del Hudson atrajeron a los inmigrantes, la mayoría irlandeses, su ambiente a principios del siglo XX se refleja en la película La ley del silencio.
En los 50, la necesidad de grandes espacios y las rentas elevadas de pisos y apartamentos hace que las fábricas y almacenes abandonadas se utilicen por estudiantes y artistas de una forma más o menos clandestina, pues ocupar edificios industriales con fines residenciales es ilegal. Este colectivo tiene bajo poder adquisitivo, poca exigencia de confort (a veces no hay agua, ni calefacción) y gran necesidad espacial. Buscan grandes espacios de renta barata, para vivir y crear.
Se convierten en activistas defensores de una arquitectura obsoleta, casi de planta libre, como dice Mon Oncle de Jacques Tati en 1958 “Oh, c’est si practique, tout comunique”. Reciclando los abandonados espacios industriales, expresan un respeto por el pasado urbano y una arquitectura muy característica y casi única neoyorquina.
Con el tiempo los loft son rehabilitados y arreglados, como vivienda, estudios de pintura o fotográficos, más tarde, gracias a su flexibilidad espacial, como restaurantes, tiendas y galerías de arte.
Con el Soho como modelo, la municipalidad de Nueva York dictó unas ordenanzas en 1964 y 1971 para la ocupación por artistas de unos 200 espacios industriales con uso residencial, en áreas específicas de Tribeca, Noho y Soho: estos tenían que colocar en la entrada unas placas con las iniciales A.I.R. (Artist In Residence, residencia de artista), que hoy en día son objetos muy cotizados.
Al materializarse cada vez más loft ilegales, la legalización se hizo ineludible, ya existía un precedente en las ordenanzas de 1961 que reservaban un pequeño número de loft para Artistas en Residencia, no más de dos por edificio en zonas muy concretas, mayormente fuera del Soho, mientras en el área con mayor cantidad de artistas residiendo, algunos desde 10 años atrás, las ordenanzas fueron cambiando muy lentamente hasta legalizar sus situaciones. Finalmente las ordenanzas de 1971, declararon el Soho como la primera zona de usos mixtos para residencias de artistas, se formó un Comité de Certificación de Artistas, para asegurar que las viviendas se destinaban sólo a artistas y así se comenzó a reforzar un status privilegiado del Soho.
Pero la legislación fue seguida libremente durante décadas, hasta que hace un par de años el Department of Cultural Affairs empezó a rechazar la solicitud de algunos artistas y el Department of Buildings decidió no renovar algunos certificados de ocupación temporales que se habían concedido a edificios donde no residía ningún artista. La municipalidad no está contenta con el carácter que ha tomado el Soho, el encarecimiento de los locales, su gentrificación y quieren reconvertirlo en el barrio artístico que fue, eliminando a los privilegiados promotores que han obviado las ordenanzas. Hay enorme presión por parte de los promotores para anular las ordenanzas de artistas y enfrentados a ellos, la asociación SoHo Alliance está a favor de reivindicarlas a su estado de 1971. Estas ordenanzas repelerán a compradores más privilegiados, los que añoran los promotores, y pueden devolver un cierto carácter alternativo al barrio que ha perdido a favor de otros barrios más modestos.
Como Meatpacking District, que aún alberga empacadoras de carne en su sector oeste, y que con gran cantidad de almacenes renovados y la flamante High Line ha tomado el relevo al Soho, o los más alejados, en Brooklyn, Williamsburg, barrio de los astilleros y almacenes portuarios, y de las cervecerías, hace 10 años pasto del crack, ahora lo más hipster o el prometedor DUMBO “Down Under the Manhattan Bridge Overpass”, entre los puentes de Manhattan y de Brooklyn, que se jacta de ofrecer espectaculares vistas de Manhattan y del Puente de Brooklyn, hasta ahora un paraíso para los artistas por los bajos alquileres de sus fábricas de cartulina y almacenes, y que al estar en marcha el inmenso proyecto del Brooklin Bridge Park se va encareciendo.
El Oxford English Dictionary, define loft como un espacio relativamente grande y generalmente abierto que se encuentra en cada unas de las plantas de los edificios industriales o almacenes de estados Unidos. También como desván o planta superior de un almacén o fábrica.
Hoy en día la palabra nombra un antiguo espacio industrial de gran extensión rehabilitado, cuya estructura original se incorpora al uso residencial. Además del aspecto industrial antiguo, con estructura de hierro fundido o roblonada, son espacios inundados de luz natural, con continuidad espacial visual. En la actualidad, las viviendas tipo loft se han convertido en todo un fenómeno social que se traduce en una forma de vida vanguardista y de alto nivel, se entiende como una vivienda de lujo asociada a un profesional liberal. Implica un status y una forma de vida
Pero originariamente, la mayoría de los inquilinos de los lofts no tenían poder adquisitivo, así que sus muebles, si es que los tenían, procedían de la calle o eran material reciclado de los derribos. Se trataba de tener espacio y libertad, para probar las cosas que no se podían hacer en un piso normal. El encanto de los loft era la pobreza de enseres, la riqueza de ideas, el lujo de la amplitud del espacio, la luz…
Se trataba también de espacios precarios, sin servicios, por eso eran baratos, muchas veces no había agua corriente, pero sobre todo, no había calefacción (estamos hablando de Nueva York o Berlín), por eso, los inquilinos, se creaban un pequeño receptáculo, o un nivel habitable a media altura sobre el espacio general, que podían calentar con una estufa.
Y por último se trataba de reivindicar unos espacios que ellos descubrieron como bellos, con su estética industrial decimonónica, neobarroca o neogótica, históricos, en un país con poca historia para recuperar, espacios que por aquel entonces parecían sucias fábricas viejas a la población neoyorquina…
Fotos del libro “Vivir, trabajar y comprar lofts” de Könemann
¿Queremos que la Comisión Europea conceda una moratoria de 5 años a Madrid y otras grandes ciudades para cumplir la Directiva del aire?
Varias ciudades españolas la han solicitado para evitar la sanción y poder estar otros 5 años sin aplicar medidas efectivas.
Los niveles que estamos soportando están por encima de lo permitido y quieren que siga siendo así. A lo mejor los ciudadanos estamos preocupados por nuestra salud, y preferimos que se tomen medidas, entre ellas restringir el uso del vehículo privado.
Me hago eco del llamamiento de la página en bici por Madrid, ahí tenéis todos los datos de cómo escribir al Comisario de Medio ambiente europeo Janez Potočnik, como no consigo entrar al enlace os lo pongo de nuevo:
Las ciudades y pueblos en transición (transition towns) conforman un movimiento de iniciativas para hacer la transición a un futuro de menor energía (tras el pico del petróleo) y mayores niveles de capacidad de recuperación comunitaria (resiliencia).
Aglutina el esfuerzo colectivo de personas que optan por organizarse para hacer frente al desafío del Pico del petróleo y el Cambio Climático, desarrollando iniciativas en sus comunidades (barrios, pueblos, islas, vecindarios, ciudades...) que aumentan la capacidad de supervivencia y bienestar, en la perspectiva de los importantes cambios que vamos a vivir en los próximos años, como consecuencia de la decreciente disponibilidad de las materias energéticas fósiles, el declive general de los recursos naturales y la alteración del clima. Se trata de iniciativas a nivel individual, de ciudadanos, no de políticos, se constituyen asociaciones, que se pueden poner en contacto con sus Ayuntamientos, para implementar la transición, con un plan. Los vecinos actúan con pequeños proyectos, buscando financiación y divulgando su iniciativa.
Las ciudades en transición proponen una repuesta creativa "de abajo hacia arriba", a los desafíos del cambio climático y cenit/descenso energético, fortaleciendo las estructuras locales de las familias, vecindades, barrios, pueblos o ciudades y explorando una visión positiva, empoderante y transformadora para diseñar las comunidades del futuro. Se procura reducir la huella ecológica e incrementar las habilidades para resistir los cambios fundamentales que acompañarán al Pico del petróleo.
La teoría del Pico del petróleo, predice que estamos a unos años del fin del petróleo barato, que la producción mundial de petróleo llegará a su cenit antes del 2015 y luego quedará petróleo que será más difícil de alcanzar o necesitará demasiada energía para ser extraído. En este punto, el petróleo se volverá más caro de extraer, fluirá más lentamente y será de una calidad menor, y debemos ser conscientes de que nuestro estilo industrial de vida es absolutamente dependiente de él, por lo tanto nos afectará.
La propuesta de las ciudades en transición fue iniciada por el ambientalista RobHopkins, se aplicó primero en Kinsale, Irlanda, y luego fue extendida a Totnes, Reino Unido durante 2005 y 2006.
El concepto surgió de un trabajo de permacultura que Rob Hopkins diseñó en conjunto con los estudiantes del Centro de Formación Profesional de Kinsale por medio del ensayo "Plan de Acción de descenso de Energía". Se creó un "mapa de ruta" para un futuro sostenible de la ciudad a través de una serie de adaptaciones en los ámbitos de la producción de energía, la salud, la educación, la economía y la agricultura.
Una de sus estudiantes, Louise Rooney, se dedicó a desarrollar y divulgar el concepto de comunidades de transición. Presentó su propuesta al Ayuntamiento de Kinsale resultando en la histórica decisión de aprobar este plan para trabajar en pro de la independencia energética. La idea fue posteriormente adaptada y ampliada en septiembre de 2006 por Hopkins en su pueblo natal de Totnes.
El concepto se esparció rápidamente y para septiembre de 2008 ya eran cientos de pueblos y ciudades reconocidos oficialmente como comunidades de transición. Si bien el concepto se refirió en un principio a "pueblos" pequeños, las comunidades van desde las aldeas como Kinsale, consejos de distritos como Penwith, hasta una ciudad como Brixton.
El objetivo principal del proyecto es dar a conocer un modo de vida sostenible y desarrollar la resiliencia local para ello en el futuro próximo. Se anima a las comunidades a buscar métodos para reducir el uso de energía, así como a aumentar su propia autosuficiencia. Es en un contexto localdonde las Iniciativas de Transición juegan un papel importante, se trata de un proceso de relocalizar todos los elementos esenciales que una comunidad necesita para sostenerse a sí misma y prosperar. Construye capacidad de recuperación local de cara a los potencialmente perjudiciales efectos del Cenit del Petróleo mientras reduce significativamente la huella ecológica de la comunidad.
Las iniciativas hasta ahora han incluido la creación de huertos comunitarios para el cultivo de alimentos, mejoras en energía para ser más autosuficientes, empresas de intercambio de residuos, el trueque e incluso la reparación y reciclaje de objetos antiguos en lugar de tirarlos a la basura.
La resiliencia es la capacidad de un sistema para retornar a las condiciones previas a la perturbación.
En ecología de comunidades y ecosistemas, es la capacidad de un sistema de afrontar un choque y salir reforzado. En el caso de nuestras comunidades, hacerlas menos vulnerables y con más capacidad de reacción para afrontar los problemas relacionados con el cambio climático y el pico de producción del petróleo. Las comunidades o ecosistemas más complejos (que poseen mayor número de interacciones entre sus partes), suelen poseer resiliencias mayores ya que existe una mayor cantidad de mecanismos autoreguladores.
Las ciudades en transición se relacionan con el decrecimiento, concepto que piensa en transformar el modelo de consumo y energético para así lograr una nueva relación de equilibrio entre el ser humano y la naturaleza. La disminución del consumo se hará con responsabilidad intergeneracional, tomando cómo indicador la huella ecológica; bajo criterios de justicia social, reivindicando la ciudadanía, la participación (y decisión) en el espacio local, la democracia directa, y la creación de valor y bienes públicos al alcance de todos/as. Pasando así de una sociedad mercantil a una sociedad convivencial.
Metodología para establecer una ciudad en transición
1. La difusión, sensibilización y fomento de la participación ciudadana: proyecciones, charlas, talleres, debates, página web, redes sociales, acciones de calles, presentaciones… El objetivo será crear grupos de interés: alimentación, energía, educación, economía, arte y cultura, residuos…
2. Hacer red: con movimientos sociales, colectivos, sindicatos…
3. Creación de Grupos de Trabajo en los que profundizar en las estrategias de transformación de cada una de las áreas: visibilidad-difusión, alimentación, vivienda-experimentación social, trabajo-renta básica, transporte-energías renovables, salud, software libre-educación, relaciones Norte-Sur, política…
4. Impulsar y visibilizar proyecto en cada una de las áreas de trabajo.
5.Elaborar un diagnóstico de la situación del barrio o municipio bajo una óptica del decrecimiento y diseñar un “Plan de Aumento de Resiliencia”: En que punto estamos?¿Dónde queremos ir (visión del futuro deseable)?
¿Qué cambios se han de dar para llegar a ese objetivo