Escalofriante visión y denuncia sobre las condiciones de vida inhumanas
que esconde la aparente e hipnótica riqueza, no sólo en Pekín, en cada vez más
lugares.
Un tenebroso contraste entre lo aparente y lo real que, salvando las distancias, también se da
en España con los pisos patera o las camas calientes.
Pues aunque se ha erradicado
mucho chabolismo en las ciudades españolas, aún resta este “chabolismo vertical”
dentros de los edificios.
“Uno se imagina Pekín como una ciudad moderna, con rascacielos,
nubes de smog y esos pintorescos barrios antiguos intercalados por el centro…Pero
el fotoperiodista Sim Chi Yin ha publicado un trabajo documentado durante los dos
últimos años, sobre el fenómeno que está ocurriendo en la ciudad desde hace veinte
años: almacenes en sótanos, aparcamientos y refugios antiaéreos se han
transformado en alojamientos, tabicados como cientos de oscuras habitaciones
sin apenas ventilación.
En ellos se están alojando los cerca de 7 millones de
trabajadores inmigrantes que han llegado a la capital, pagando un alquiler “barato”
de menos de 100 dólares al mes.
Este mundo ha sido bautizado por los medios chinos como la “tribu
rata”, y Chi Yin ha mostrado la extraña domesticidad que ha florecido en las
frías y mohosas celdas, donde viven pekineses de varios sectores, camareros y
peluqueras, vendedores de fruta y manicuras, trabajadores de la dorada gran
capital que se perfila sobre ellos.”
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